JACK
- Ro, ¿puedo contarte un secreto? -ya iba demasiados tragos encima y mi lengua me picaba. Necesitaba contarle a alguien
- Lo he esperado por muchos años -su sonrisa me agrada, me da confianza
- ¡Imbécil! No me coquetees como lo haces con tus mujeres…
- Tú no eres como ellas -¿Hizo latir mi corazón? ¡Es un jodido seductor!
- Bueno…
Mierda, mi cabeza me daba vueltas. No recuerdo nada, ¿pero qué !!#$#»# hago desnudo? ¿y en la cama de Ro? Perfecto, estoy en la cama de Ro, desnudo y con vomito al lado. ¿Dónde está Ro? ah, en el piso medio desnudo y con una sonrisa estúpida. ¿Le conté sobre Akel? ¿Akel me llamó? ¿Me busco siquiera?
- Ro, despierta -nada, parece muerto. Siempre duerme así, incluso en clase
Termino por meterme a la ducha y recoger la ropa tirada por toda la habitación. Debo hacerle el desayuno a Ro, a modo de disculpa y porque tendrá hambre con la resaca. ¿Dónde puse mi celular? ¿Lo tenía conmigo ayer, no? Preguntarle a Ro era imposible, aún seguía en coma etílico. Mejor seguía preparando el desayuno, y mientras intentaba voltear el huevo sin romper, el ruido de la terraza me hizo saltar. Agradecí a los dioses que Ro tuviera el sueño pesado, si no se hubiera desmayado…
Las plumas fue lo primero que entraron por el viento que hacía afuera