La velocidad del pánico ha llegado a mis manos gracias a La Independiente, a la editorial n a r r a r, y al mismo Stuart que ha firmado el libro…
Para xxxxx con enorme aprecio
Espero que esta novela no te defraude
El autor me ha dado otro gran personaje al cual no podré olvidar… y esperaré con fe que se anime a continuar… por cierto, hablo de Tonino. Me gusta los malos que no solo se mueven por venganza u odio, me gusta que tengan sentimientos tan fuertes y enfermos como el amor.
Me agrada la portada <3
El libro contiene varias voces y cada una tiene su desorden, su velocidad, su caos. Stuart te hace girar con sus personajes, pensamientos, narraciones y lugares. El principio del libro no es realmente el principio de la historia y el autor te hace retroceder y avanzar, te da detalles que luego toman sentido. Más de una vez, y más de un personaje te harán sentir un déjà vu; pero serán lo mismo desde otros ojos.
Y por momentos nos deja disfrutar de chispazos que iluminan las carillas por completo, como me sucede con el cap. 6.
Y allí se fue gestando aquella atracción sosegada y tierna, una atracción que me atravesaba los intestinos de forma callada y la vez tenaz, como quien va cavando un fino agujero de escape sin el menor apuro.
Quizás esas 4 páginas definieron todo el libro.
Me enamoro ese personaje, ese amor, ese caos, esas paredes, esos sentimientos. ME GUSTA.
Pero el autor no les da la misma voz a todos, y creo que Lila no termina de ser un personaje, si bien al final te deja disfrutar un poco más de ella no la suelta por completo y solo nos deja observarla, pero no sentirla. Lila (para mí) es un personaje disparador, despertando emociones y razones en S y, por ende –sin querer- en Tonino.
S es un enfermo, un caótico, un sin sentido, un preguntón, un sin razón, un caos. S es quizás el observador más lento; más de una ocasión me sacaba de quicio, pero era raro… no hacía nada para hacerlo, sin embargo, lo hacía. No me agrada S, su pesimismo y debilidad hicieron que lo odiara.
Jansen me agrada. Solo con unas páginas me transmitía paz, la paz que S también necesitaba. Herbert me perturbaba, en muchos sentidos me recuerda a la gente que se dedica a observar y señalar cosas obvias, era un fastidio. Kazbek, me agradaba, todo de él me agradaba, me agrada incluso ahora.
Reseña
S es un periodista que sufre la presión de Herbert (su jefe) y otros trastornos mentales; mientras intenta trabajar en una comisión conoce a Lila, una pintora no tan famosa, pero respetable, con la cual se enreda en una relación «sana» y que le dará más de una calada de paz que tanto necesita.
Pero S también tiene como amigo al escritor Tonino con quien disfruta salir a tomar. Ahora Tonino ha decidido reeditar su libro –no le fue tan bien la vez anterior- con una nueva editorial y espera con ansias que funcione. S desea leer el libro y poder escribir una crítica de él, pero como la vida es juguetona, se confabula para que el libro no caiga en sus manos, pero si en las manos de otro jugador.
S ha terminado en un hospital psiquiátrico y no tiene ni la más mínima intención de salir y mientras sus días avanzan, iremos conociendo la mente de todos, a su velocidad. El autor, con su caos, nos termina de mostrar lo que realmente sucedió, sin darnos razones y sin responder todas las preguntas, nos permite conocer la mente de S, los sentimientos de Tonino, la escasez de Lila, y el talento de Kazbek. Nadie en este libro se salva, nadie está sano.
Personajes
- S
Es un periodista que necesita (y lo sabe) visitar a un doctor, pero no lo hace. Tiene un profundo sentimiento que lo acosa, luego de un “accidente” en la playa parece empeorar. Él sabe qué es, conoce sus debilidades, pero no parece entenderlas del todo.
- Lila
Una pintora que también tiene un problema, que nunca deja en claro. Es una pintora conocida, pero no reconocida. Se entiende con S y sabe que la relación que mantiene lo ayuda en muchos sentidos a S y a ella misma, incluso sus pinturas han comenzado a tomar un sentido.
- Tonino
Escritor y amigo de S. Guarda sentimientos evidentes. Siente gran presión por la crítica literaria y hace lo que sea para que su próximo libro sea un gran éxito. Está enamorado de un ángel decadente.
- Manfredo Kazbek
Escritor cuajado y sin una pierna. Los años le han permitido desarrollar su talento y olfato para encontrar buenos libros, pero también para comenzar un trastorno en su cabeza, parte de la edad, parte de su profesión.
- Herbert
Jefe de S. Sabe su “secreto” y siempre se lo recuerda, siempre lo presiona. Él, como todo crítico literario, tiene gran poder en su columna.
- Jansen
Enfermero del “castillo” (un hospital psiquiátrico).
Del autor
Stuart Flores. Huancayo, Perú, 1986.
Estudió periodismo, profesión que ejerció durante algunos años hasta que el agotador ritmo de trabajo terminó por hartarlo. Apartado de la prensa escrita, comenzó a probar suerte en áreas mejor pagadas, como la docencia y los premios literarios.
Nació el mismo día que Eielson y Kaspárov, hecho que podría explicar su persistente ambición en los terrenos de la poesía y el ajedrez. A raíz de un afortunado accidente, disfruta de un severo insomnio que le permite leer y escribir en las horas más tranquilas. Una consecuencia de esto es su libro de cuento La muerte es una sombra, publicado en 2013. Su cima literaria, sim embargo, fue haber compartido una larga conversación con Juan Bonilla (café y cigarrillos incluidos).
Contratapa
Los peligros de la realidad
Un crítico literario ha sido asesinado brutalmente. Las sospechas recaen sobre S, un periodista que padece un severo trastorno mental. Recluido en un hospital psiquiátrico, nuestro protagonista reflexionará sobre el funcionamiento de la realidad y los peligros que entraña. Narrada desde distintos puntos de vida, La velocidad del pánico es una novela sobre la amistad y el amor, y también un thriller sobre escritores enfermos de literatura. Pero es, sobre todo, un recorrido por los laberintos de una mente delirante.