El Reino del Dragón de Oroso es la segunda entrega de las aventuras y memorias de Águila y Jaguar, o Nadia y Alexander, que junto a su abuela Kate donde se ven envueltos en la codicia humana y milagros de vida. En esta ocasión nuestros pequeños personajes han madurado y poco a poco van descubriendo el poder que llevan dentro, ahora Águila sigue siendo tan poderosa como siempre y sus conocimientos –y poderes- salvan en varias ocasiones la situación, pero Jaguar es el verdadero descubrimiento, su poder va tomando fuerza y sobrepasa sus límites y temores. Como el anterior libro, El Reino del Dragón de Oro maneja un lenguaje sencillo y la trama no tiene confusión o grandes giros con pasados y eso, tiene capítulos curiosos y mágicos, es una continuación esplendida de La Ciudad de las Bestias.
Si en La Ciudad de las Bestias nos encontrábamos en un clima tropical y caluroso con animales típicos de la zona, ahora nos teletransportamos al Himalaya, y su frío glacial. Allende nos presente una cultura conservadora y pura, junto a gente amigable y tradicional, incluso nos da la probadita del budismo y la belleza que significa ver y entender la vida.
En esta ocasión, unas criaturas amigables se encuentran enfermas y mueren a muy temprana edad, esto causa un desequilibrio en el mundo y el príncipe del reino junto a su maestro tienen el deber de hacer algo al respecto, pero como la historia trae enredos, vemos a nuestros protagonistas envueltos en la misión. Mientras la abuela Kate utiliza todo su poder sobre los medios de comunicación para tratar con el secuestro del emperador y el objeto que fue sustraído el Reino Prohibido.
Imaginen a Kate aceptando ser llamada abuela e intentado calmar la situación mientras no se arranca los pelos de preocupación por su nieto. A Nadia trepando a pesar de tu pánico a la altura y a Alexander aceptando su destino y poder. Criaturas, poder, secuestros, muerte, robos, sospechas, milagros, amor, es lo que nos trae ahora Allende.
Contratapa
La estatua del Dragón de Oro permanece oculta en un reino pequeño y misterioso, enclavado en la cordillera del Himalaya. Y según cuenta la leyenda, este magnífico objeto, un poderoso instrumento de adivinación incrustado de piedras preciosas, preserva la paz de estas tierras. Una paz que ahora, por la codicia en el alma de los hombres, puede verse perturbada.
En El Reino del Dragón de Oro, Isabel Allende nos invita a entrar en una doble aventura. Alexander Cold, su abuela Kate y Nadia Santos, los protagonistas de La Ciudad de Las Bestias, han vuelto a reunirse. Viviremos con ellos sus peripecias y vicisitudes en la belleza desnuda, limpia, de las montañas y los valles del Himalaya en compañía de nuestros amigos. Pero la pluma mágica de Allende también nos descubre el valor y la sencillez de las enseñanzas budistas a través del lama Tensing, maestro y guía espiritual del Dil Bahadur, el joven heredero del reino, a quien conduce por la senda del budismo y ha dado a conocer el valor de la compasión, de la naturaleza, de la vida, de la paz.
Una novela espléndida, para lectores de todas las edades.