AKEL
- Deberías contarle la verdad…
- ¿qué verdad? –él siempre termina sacándome de mis casillas. Si me preguntan qué odio… debo responder de forma inmediata que las conversaciones en la cama. La cama se hizo para joder, no para conversar.
- Tú sabes… no te hagas el imbécil, sé porqué me traes y sé que sientes por él… no es tu hijo y nunca lo será
- Cállate imbécil –odio cuando hablamos de él- abre las malditas piernas de una vez…
- Sí, sí…
Esto terminara por enfermarme lo sé, pero no puedo hacer otra cosa. Maldigo todos los días mi existencia, y la penitencia que tengo. He acumulado tanto karma para conseguir mi dharma, pero ahora me doy cuenta que nada valdrá la pena si no lo tengo a mi lado… Pero nadie puede vivir mucho tiempo a mi lado.
