Az había estado tranquilo. Sabía que él no dejaría que su hermano le hiciera algo, pero era la primera vez que veía algo así. Había visto las actuaciones y poder de Burz y Kan, incluso la habilidad de Nek, pero no sabía mucho del poder de Zaf.
- Zaf suéltalo. -le pidió, pero este no lo miraba, solo observaba a su hermano y como su rostro se llenaba de odio.
- ¡Suéltame! ¡Ahora! -le grito- ¡Juro que haré que te corten las manos y la lengua!
Zaf puso más presión en su pie izquierdo y el hilo que envolvía el brazo de Axa se ajusto. Su piel comenzaba a cambiar de color. Az lo comprendió, no lo liberaría hasta que su intención de hacer daño no cambiara.
- Debes calmarte, él no te va a liberar. Está leyendo tus intenciones
- ¡Dile a tu perro que me libere! -los hilos se ajustaron. Una gota de sangre cayo al agua.
Esto se pondrá peor, pensaba Az. Se alejo de su hermano y salio de la piscina por otro lado, Zaf lo miro y poco a poco fue soltando los hilos para seguir a su príncipe.
- ¡Oye, tú! -gritaba Axa- voy acabar con tu confianza y con se perro, ¿me escuchas? Te haré llorar y rogar como esos días en mi habitación. Como esos días que rompía tu piel.
Az sintió un pequeño mareo, esos recuerdo no habían vuelto. Evitaba pensarlo y su hermano los había traído de golpe. El pecho comenzó a doler. Sintió la mano de Zaf en su espalda y levanto la mirada para decirle que estaba bien, él no había escuchado la amenaza de su hermano.
- Hermano -intento dar su mejor sonrisa- Alégrate que Zaf no ha podido escucharte o te contaría la mano por tus palabras, y yo no lo detendría.
Zaf estaba al lado de Az, pero aún tenía algunos hilos en su mano izquierda y fue soltando algunos para que Az pudiera caminar a su alcoba sin ningún problema, mientras jalaba los de su mano derecha para complicar más la salida del otro príncipe.
- Gracias, no sabía que tenías tal habilidad- le dijo una vez llegaron a su habitación, estaba agotado. Esas palabras le habían devuelto a la realidad, cualquier día podía pasar.
Zaf hizo una reverencia y le sirvió un té al príncipe, sabía que estaba agitado, pero no estaba tan seguro dela razón. Igual hizo lo que había planeado, dejo una carta al lado del té y salió de la habitación. Az vería al nota al despertar.