Príncipe Az
Escribo esta carta por las palabras que me dijo el día de hoy, no quiero que piense que estoy descuidando mi función mientras lo hago. Puedo verlo desde aquí. Desde el cielo.
Usted estaba en lo cierto, yo no nací mudo, pero si sordo. Una condición extraña en los seres actualmente, incluso en los bethas esto es poco común, pero no había problema donde yo había nacido. Yo no soy de la capital, soy de un viejo pueblo a tres días de aquí. Un pueblo de bethas. Vivíamos en pobreza, pero eramos muy felices, no conocíamos la diferencia de raza y subraza, hasta que ellos llegaron. Un grupo de gitanos alphas llegaron a las afueras del pueblo con omegas como show, solo unos pocos bethas fueron al espectáculo y regresaron horrorizados. Como usted lo imagina, ese show solo era una violación constante a los omegas cuando se encontraban en celo, incluso usaban hierbas y medicinas para hacerlo más sedientos. Era como ver animales apareándose, o eso dijeron los adultos que fueron al show.
Al día siguiente mi padre y otros líderes del pueblo fueron al circo a exigir que se marcharan y no volvieran, los alphas aceptaban irse si el pueblo cumplía con cierta cuota de dinero y eso hizo el pueblo, tanto era el fastidio por su presencia que pagaron todo lo que solicitaron, a la noche pudimos ver como aquellos alphas se marchaban, pero se detuvieron en la puerta, frente a todos nosotros bajaron con armas y comenzaron a matar a nuestros padres, vi como mi padre intento detenerlo pero fue decapitado y mi madre era violada por 3 alphas, los omegas presentes también ayudaron en tales actos, pero sé que no estaban en sus cabales, sus ojos no tenían vida, quizás drogados, quizás amenazados. Todo mi pueblo fue masacrado y los niños que quedamos fuimos arrastrados por esos alphas, un omega me pudo rescatar y llevar a su jaula, pero yo estaba llorando, demasiado, fuerte, pronto nos descubrirían y también matarían al omega por esconderme, fue cuando él tomo la decisión de darme un veneno y me dijo que era una muerte más digna que la que me esperaba en manos de esos hombres, y yo le creí, podía ver el dolor en sus ojos, en su cuerpo, en sus labios. Tomé el veneno, pero cuando iba por la mitad de la botella nos descubrieron y arrastraron al omega lejos de mí. Yo estaba tirado viendo como el omega lloraba y gritaba para que lo soltaran, solo pude ver cuando lo tomaron por atrás y mientras un alpha lo violaba otro estaba por decapitarlo, no supe que más sucedió, que le sucedió a mi omega, yo caí dormido por el veneno, seguro lo vería pronto, pensé inocente.
Desperté a los 4 días, en la misma jaula junto a otros omegas y bethas. Cuando desperté no podía hablar, mi garganta había sido quemada por el veneno. Intenté hablar muchas veces, pero intentarlo hacía que mi garganta me doliera como si estuvieran clavando cuchillos, pronto lo deje de intentar. Los alphas me entrenaron para subir a unas cuerdas muy delgadas como parte del show, inicié con 5 metros de altura y sogas, hasta que pude hacerlo a 80 metros de altura y solo con hilos, luego aprendí a uso los hilos a mi antojo. Durante mi estadía vi a los pocos de mis amigos bethas morir y a los omegas que conocía solo desaparecían en las noches, me gustaba pensar que escapaban, pero la verdad era que morían…
Un día, llegamos a la capital del reino y nos encadenaron y taparon para que ninguno de nosotros pudiera huir. Había escuchado que los alphas irían a divertirse por las cantinas. Era mi oportunidad. Use los hilo del espectáculo y corte mis cadenas, y escapé, no me lleve a nadie. Para huir se necesitaba energía, y nadie en ese lugar poseía vida en los ojos, o eso me digo yo para creerlo, para perdonar mi egoísmo, No tenía el valor de liberar a nadie, y hasta hoy me odio por no intentar rescatar a nadie.
Mientras corría, no me fije y me golpee con un alpha del circo, me reconoció y comenzó a perseguirme, intente meterme por diferentes callejones, pero la ciudad está tan grande y como un laberinto yo me encontraba perdido, pero podía sentir sus pisadas muy cerca, fue cuando alguien abrió una puerta cerca a mí y me quedo mirando, con la expresión que luego me mirarían muchos… aquella persona vio que el alpha venía con un palo para golpearme, era mi final, si me tocaba estaría muerto, como mis amigos, como mis padres, como el omega que intento darme una muerte justa. Pero el alpha se detuvo y comenzó a vomitar, primero cerveza, luego sangre, hasta que vi sus vísceras, estaba muriendo. Cuando intenté ver al betha que me había ayudado ya había entrado y dejado la puerta abierta.
Y fue la primera vez que yo entraba a El Jardín del Rey. Intenté explicarle a los bethas de esa casa lo que me habían hecho y dónde podían encontrar a los demás como yo. Esa noche fueron por lo que quedaban, incluido el betha que me había ayudado. Yo estaba feliz, si aquel betha volvía a usar su poder, todos los alphas morirían y era lo justo.
Cuando me enteré que un Rey había tomado a una omega como Reina, pensé que aquella mujer pasaría los peores días de su vida, pero yo conocí personalmente a su madre y sé que fue feliz, la vi sonreír siempre en compañía del Rey, y el día de su muerte pude leer verdadera tristeza en los ojos de su padre. Cuando se dijo que usted era una omega al igual que su madre, quise ver otra vez la sonrisa de su madre y usted me ha dejado verla una vez más. Por eso, yo le voy a servir toda la vida, mi príncipe.
Zaf, su fiel servidor.