- ¡Mierda, Kan! –Burz había llegado en el momento adecuado- ¡Suéltala, la estás matando!
Burz había entrado a la habitación y lo que encontró fue sorpresivo. Burz estaba ahorcando a la mujer con la que acaba de tener sexo.
- ¡Ella intento! ¡Lo intento, Burz! –gritaba sin soltarla.
- ¡Suéltala! –cuando vio más detenidamente a la mujer, lo notó, realmente era un hombre. Comprendió todo.
Calmó a Kan y le explico rápidamente lo que sucedía y que debía ir por Zaf, le aseguró que él iría en un momento. Vio a Kan salir de la habitación, levanto a la mujer/hombre y la coloco sobre la cama.
- Oye, ¿estás bien? –estaba viva, pero parecía mareada- oye, ten cuidado. A la próxima asegúrate que tus compañeros sepan quién eres, y sobre todo que estén cuerdos, si no hubiera llegado ahora estarían haciendo un pozo.
- Lo sé, imbécil
- Qué bueno, adiós
Los tres se encontraron en el establo y Nek le dijo
- Nuestro príncipe está en una crisis. Al llegar hagan lo que sea por nuestro príncipe, yo me haré responsable de todo, ¿entendido?
- Sí, mi señor –respondieron al unísono.