Este bello libro rojo con un corazón-granada en la portada se vuelve un fiel compañero desde que lees la nota del traductor Julio Durán (léanlo, lo amarán). Quiero imaginar que el corazón-granada es una advertencia de lo que te espera, de las emociones que llevan los personajes, emociones que terminan por reventar en tu cara y cabeza. Cada relato es como un viaje por el cerebro del personaje, donde vemos sus temores, sus locuras, sus recuerdos. Es casi vomitable toda la carga de información que recibes en cada uno de los relatos, pero eso lo hace increíblemente adictivo. Es como si conocieras muchas personas a la vez, pero conocerlas de verdad, como si fueran tus amigos o confidentes. Por fragmentos puedes encontrar tus emociones reflejadas en el papel, como en Armónica y Camel Light, o puede ser tan extraño como La Alcantarilla. Leer este libro es correr a ciegas entre el límite de la emoción y la locura. Este libro es el contenedor de 13 potentes y agonizantes relatos de mentes delirantes.
Algunos relatos
Los que más me gustaron
Camel Light es el delirio de un hombre que acaba de encontrar un cigarrillo en su cocina, extrañado, intenta pensar cómo pudo llegar tan pequeño objeto a su cocina, imposible que sean sus hijos, o quizá sí, pero también pudo ser su esposa, aquella mujer que está aburrida e intenta sacar adelante su consultorio, y, ¿si es de uno de sus pacientes?, uno que entra a la casa y se acuesta con ella. ¿Será capaz de preguntar? ¿De encarar a alguien y resolver cómo diablos apareció el cigarrillo? Vamos descubriendo cómo, poco a poco, una mente acusadora se vuelve débil, temerosa, donde todo sentimiento de reclamo se ve extinto frente al fuego del cigarrillo.
La huésped es el reflejo de la humanidad en su constante lucha por no morir de aburrimiento en medio de sus días. No es más que el relato de un joven que aburrido de trabajar en el mismo hotel termina por acostarse con una huésped que le habla de vidas pasadas y encuentros no casuales. Con ella vendrá una propuesta muy excitante, pero el personaje muestra su gran limitante, el conformismo.
Armónica es solo el relato de un hombre cansado que ha llamado a la mala suerte, pero al tener un chispazo de esperanza, de buenos momentos, le hace olvidar ese llamado y vive con libertad, incluso le da tiempo de soñar con momentos mejores. Es triste ver cómo olvida esa realidad y decide soñar, tener esperanza. Un golpe, un fuerte golpe lo regresa a la realidad y con ello a nosotros, quienes seremos testigos de un homicidio.
Corazón cansado es mi favorito. La historia va con el relato de un hombre quien viaja de un lugar a otro con el sueño de ver a su esposa feliz, de darle más, de volver a amarse como algún día lo hicieron, pero el viaje no es sencillo. Sin darse cuentas ha caído en la mente de otro hombre, un misterioso ser que juega con él y sus sueños. Para mí es el relato más largo y extraordinario que puede contener este libro.
Autor
Keith Lee Morris nació en Louisville, Misisipi, en 1963, y trabaja como profesor asociado de Inglés y Escritura Creativa en la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur. Es autor del libro de cuentos The Best Seats in te House (2014), y de las novelas The Greyhound God (2003), The Dark League King (2008) y Travelers Rest (2016)
Traductor
Julio Durán nació en Iquitos, en 1977, y es traductor independiente. Ha publicado una novela, Incendiar la ciudad (2002), y un libro de relatos, La forma del mal (2010).
Contratapa
Con una prosa empática y esencial, el narrador norteamericano Keith Lee Morris esboza la tragicómica existencia de gente común y corriente. Llámalo como quieras reúne trece relatos en lo que sus protagonistas recuerdan, fantaseas o especulan sobre sus circunstancias en un intento por encontrarles sentido.
Hermanados por un elegante uso de la oralidad, estos cuentos trazan una curva que comienza en el extremo realista y se derrama sobre la orilla de lo surreal. Si la mitad de las historias explora el terreno de las pequeñas catástrofes cotidianas, la otra habita territorios inestables donde se abren posibilidades delirantes, no por ello menos humanas.
Keith Lee Morris ha sido comparado con Richard Ford u Raymond Carver por la densidad emocional de sus argumentos y el minimalismo de su prosa. Esta es la primera vez que se le traduce al castellano